Este libro se acerca felizmente al diario, al registro de una serie de actividades de jardinería, donde se limpia, se ordena, se recorta para que todo pueda crecer de nuevo, para que plantas, flores, la vegetación general de esa miniatura de naturaleza vuelvan a relucir. Pero la descripción de la poda, con sus personas y sus objetos, sus movimientos y herramientas, a través de un análisis de las sensaciones, se refleja en la actividad paralela que es el libro mismo: se escribe el jardín sobre el papel mientras el otro, verde, recibe las acciones de sus operarios. La serie de poemas se aproxima entonces a una intensa novela en verso, donde la que escribe cuenta sus percepciones de las horas, su alegría de poder escribir y celebrar lo que pasa, al mismo tiempo que la casa amada se rodea de un lugar más amable, donde se trabaja y todo lo que puede crecer no va a dejar de hacerlo. (...)
Silvio Mattoni
NUM. PÁGINAS 64
Florencia Fragasso nació en Buenos Aires, en 1975. Se formó en la carrera de Letras en la Universidad de Buenos Aires (UBA), la Diplomatura en Literatura Infantil y Juvenil en la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), y, como poeta y traductora, en talleres privados.
Publicó los libros Veinte sillas (Mágicas Naranjas, 2019), Melliza (Gog y Magog, 2018), Superpoderes (El ojo de mármol 2015, Ediciones Liliputienses 2017), Extranjeras (Gog y Magog 2005), y las plaquetas Poemas de la observatriz (Arte Plegable, 2004) y Sinestesia (Ediciones Presente, 2012).
Poemas y traducciones suyas se publicaron en revistas como Tsé-tsé, Vox y Hablar de poesía, entre otras. Y en antologías de Argentina, México y Polonia. Trabajó diez años como guía cultural produciendo y guiando recorridos de arte, historia, arquitectura y literatura por Buenos Aires. Es parte del equipo de Poeplas, ciclo de poesía para las infancias. Coordina talleres de lectura y clínicas de poesía.
Este libro se acerca felizmente al diario, al registro de una serie de actividades de jardinería, donde se limpia, se ordena, se recorta para que todo pueda crecer de nuevo, para que plantas, flores, la vegetación general de esa miniatura de naturaleza vuelvan a relucir. Pero la descripción de la poda, con sus personas y sus objetos, sus movimientos y herramientas, a través de un análisis de las sensaciones, se refleja en la actividad paralela que es el libro mismo: se escribe el jardín sobre el papel mientras el otro, verde, recibe las acciones de sus operarios. La serie de poemas se aproxima entonces a una intensa novela en verso, donde la que escribe cuenta sus percepciones de las horas, su alegría de poder escribir y celebrar lo que pasa, al mismo tiempo que la casa amada se rodea de un lugar más amable, donde se trabaja y todo lo que puede crecer no va a dejar de hacerlo. (...)
Silvio Mattoni
NUM. PÁGINAS 64
Florencia Fragasso nació en Buenos Aires, en 1975. Se formó en la carrera de Letras en la Universidad de Buenos Aires (UBA), la Diplomatura en Literatura Infantil y Juvenil en la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), y, como poeta y traductora, en talleres privados.
Publicó los libros Veinte sillas (Mágicas Naranjas, 2019), Melliza (Gog y Magog, 2018), Superpoderes (El ojo de mármol 2015, Ediciones Liliputienses 2017), Extranjeras (Gog y Magog 2005), y las plaquetas Poemas de la observatriz (Arte Plegable, 2004) y Sinestesia (Ediciones Presente, 2012).
Poemas y traducciones suyas se publicaron en revistas como Tsé-tsé, Vox y Hablar de poesía, entre otras. Y en antologías de Argentina, México y Polonia. Trabajó diez años como guía cultural produciendo y guiando recorridos de arte, historia, arquitectura y literatura por Buenos Aires. Es parte del equipo de Poeplas, ciclo de poesía para las infancias. Coordina talleres de lectura y clínicas de poesía.
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