Un mundo presidido por la ausencia de Dios. No hay distancia contemplativa. Hay vacío, conmoción. Esto es Oratorio. Un lugar de enunciación desde el cual percibir una orfandad mayúscula. Un extrañamiento radical. Una pieza musical desnuda que se aferra como dice el epígrafe inicial de Malebranche a la atención como «plegaria natural del alma». Las preguntas de Oratorio, formuladas desde la primera persona del plural, ajenas a la rabia o a la tentadora primicia de la liberación, bien podrían leerse como un canto a la perplejidad, a «la intuición que piensa», a esa conciencia que sabe, sin saberlo, que en el carozo de «la oscuridad que somos» algo debe celebrarse pues «lo que sigue es una fiesta/de perspectivas más que humanas».
NUM. PÁGINAS 72
María Negroni (Rosario, 1951) es autora de numerosos libros, todos de difícil clasificación: los hay de ensayo misceláneo como Elegía Joseph Cornell, Objeto Satie, Pequeño Mundo Ilustrado, Ciudad Gótica, Museo Negro, El testigo lúcido, Galería Fantástica y El arte del error; los hay de poesía como Archivo Dickinson, Exilium, Arte y Fuga, Cantar la nada y Oratorio y están también las novelas El sueño de Úrsula y La Anunciación. Su obra ha sido traducida al inglés, francés, italiano, sueco y portugués. Ha recibido la Beca Guggenheim en poesía y el Premio Internacional de Ensayo Siglo XXI. Doctorada en Literatura Latinoamericana por la Universidad de Columbia, desde 2008 es profesora visitante en la New York University. Actualmente dirige la Maestría en Escritura Creativa de la UNTREF en Buenos Aires.
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Un mundo presidido por la ausencia de Dios. No hay distancia contemplativa. Hay vacío, conmoción. Esto es Oratorio. Un lugar de enunciación desde el cual percibir una orfandad mayúscula. Un extrañamiento radical. Una pieza musical desnuda que se aferra como dice el epígrafe inicial de Malebranche a la atención como «plegaria natural del alma». Las preguntas de Oratorio, formuladas desde la primera persona del plural, ajenas a la rabia o a la tentadora primicia de la liberación, bien podrían leerse como un canto a la perplejidad, a «la intuición que piensa», a esa conciencia que sabe, sin saberlo, que en el carozo de «la oscuridad que somos» algo debe celebrarse pues «lo que sigue es una fiesta/de perspectivas más que humanas».
NUM. PÁGINAS 72
María Negroni (Rosario, 1951) es autora de numerosos libros, todos de difícil clasificación: los hay de ensayo misceláneo como Elegía Joseph Cornell, Objeto Satie, Pequeño Mundo Ilustrado, Ciudad Gótica, Museo Negro, El testigo lúcido, Galería Fantástica y El arte del error; los hay de poesía como Archivo Dickinson, Exilium, Arte y Fuga, Cantar la nada y Oratorio y están también las novelas El sueño de Úrsula y La Anunciación. Su obra ha sido traducida al inglés, francés, italiano, sueco y portugués. Ha recibido la Beca Guggenheim en poesía y el Premio Internacional de Ensayo Siglo XXI. Doctorada en Literatura Latinoamericana por la Universidad de Columbia, desde 2008 es profesora visitante en la New York University. Actualmente dirige la Maestría en Escritura Creativa de la UNTREF en Buenos Aires.
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