Fat City sigue la vida de dos hombres que se cruzan por casualidad en un gimnasio: Ernie Munger, un joven de dieciocho años que espera convertirse en un profesional del boxeo gracias a su talento natural, y Billy Tully, un deportista cuyos días de gloria han quedado atrás. Pero, como dice Mauro Libertella en su prólogo, esta “no es, estrictamente, una novela de boxeadores. En sus poco menos de doscientas páginas viaja al fondo de ese misterio sin respuesta que es la cabeza y el corazón de los hombres. ¿Qué es un hombre? Gardner, casi sin proponérselo, un poco por diseño y un poco por azar, escribió un libro sobre un grupo de varones que se acompañan en su soledad y de ese modo atrapó el sentido intangible de esa pregunta”.
Cuando se publicó Fat City, en 1969, causó un gran revuelo: los críticos dijeron que era “una novela destinada a ser un clásico” y “el libro más movilizante de la última década”. Hoy es considerado un texto de culto, quizás porque la emocionalidad de estos personajes, a veces derrotados, a veces apenas redimidos, impacta por su actualidad.
NUM. PÁGINAS 188
Leonard Gardner, nacido en 1933, pasó su infancia y adolescencia en Stockton, California, inmerso en el entorno de una ciudad que marcaría su biografía y su obra y, como propone el escritor Mauro Libertella en el prólogo, quedó anclada en las 300 mil personas como una postal de “palmeras raquíticas y diners abiertos toda la noche”. Para financiar su pasión por la escritura, Gardner trabajó a cargo de un garaje durante cuatro años mientras se adentraba en la creación “Fat City”, una obra que capturaba la esencia del mundo que lo rodeaba: los combates de boxeo amateur, los gimnasios llenos de sudor y los bares su ciudad. En 1970 comenzó a llegar el reconocimiento a su talento literario. Fue galardonado con la prestigiosa Guggenheim Fellowship, un logro que impulsó su carrera y lo colocó en el panorama literario, y "Fat City" lo llevó a ser finalista del National Book Award ese año, compartiendo el reconocimiento con figuras destacadas como Kurt Vonnegut y Joyce Carol Oates.
El director de cine John Huston reconoció inmediatamente que detrás de aquella novela había un clásico y en 1972 decidió llevarla a la gran pantalla con una adaptación magistral a cuatro manos, una película que contribuyó a restablecer su reputación como uno de los grandes directores norteamericanos.
Gardner tiene 89 años y vive en Marin County -al norte de San Francisco, California-, pero no volvió a publicar más que algunas notas para revistas literarias, algo que acrecienta el mito.
Fat City sigue la vida de dos hombres que se cruzan por casualidad en un gimnasio: Ernie Munger, un joven de dieciocho años que espera convertirse en un profesional del boxeo gracias a su talento natural, y Billy Tully, un deportista cuyos días de gloria han quedado atrás. Pero, como dice Mauro Libertella en su prólogo, esta “no es, estrictamente, una novela de boxeadores. En sus poco menos de doscientas páginas viaja al fondo de ese misterio sin respuesta que es la cabeza y el corazón de los hombres. ¿Qué es un hombre? Gardner, casi sin proponérselo, un poco por diseño y un poco por azar, escribió un libro sobre un grupo de varones que se acompañan en su soledad y de ese modo atrapó el sentido intangible de esa pregunta”.
Cuando se publicó Fat City, en 1969, causó un gran revuelo: los críticos dijeron que era “una novela destinada a ser un clásico” y “el libro más movilizante de la última década”. Hoy es considerado un texto de culto, quizás porque la emocionalidad de estos personajes, a veces derrotados, a veces apenas redimidos, impacta por su actualidad.
NUM. PÁGINAS 188
Leonard Gardner, nacido en 1933, pasó su infancia y adolescencia en Stockton, California, inmerso en el entorno de una ciudad que marcaría su biografía y su obra y, como propone el escritor Mauro Libertella en el prólogo, quedó anclada en las 300 mil personas como una postal de “palmeras raquíticas y diners abiertos toda la noche”. Para financiar su pasión por la escritura, Gardner trabajó a cargo de un garaje durante cuatro años mientras se adentraba en la creación “Fat City”, una obra que capturaba la esencia del mundo que lo rodeaba: los combates de boxeo amateur, los gimnasios llenos de sudor y los bares su ciudad. En 1970 comenzó a llegar el reconocimiento a su talento literario. Fue galardonado con la prestigiosa Guggenheim Fellowship, un logro que impulsó su carrera y lo colocó en el panorama literario, y "Fat City" lo llevó a ser finalista del National Book Award ese año, compartiendo el reconocimiento con figuras destacadas como Kurt Vonnegut y Joyce Carol Oates.
El director de cine John Huston reconoció inmediatamente que detrás de aquella novela había un clásico y en 1972 decidió llevarla a la gran pantalla con una adaptación magistral a cuatro manos, una película que contribuyó a restablecer su reputación como uno de los grandes directores norteamericanos.
Gardner tiene 89 años y vive en Marin County -al norte de San Francisco, California-, pero no volvió a publicar más que algunas notas para revistas literarias, algo que acrecienta el mito.