"Las mujeres están haciendo Historia". Quizás escuchaste esta frase o probablemente, escuchaste hablar del "Ni Una Menos". O acaso te hayas cruzado con muchas chicas que llevaban un pañuelo verde en su cuello o en su mochila. Es que, de un tiempo a esta parte, las mujeres salimos masivamente a las calles para reclamar en contra de la violencia machista y de la desigualdad de género. Cansadas de ver cómo la Historia silencia algunas luchas, nosotras decidimos que ya es tiempo de recuperarlas y de conquistar nuevos derechos. Por supuesto que no es fácil y que lleva tiempo y paciencia, pero también mucha convicción.
Sin embargo, este movimiento de mujeres no es nuevo. Tuvimos algunas maestras que nos enseñaron con su ejemplo de rebeldía y coraje: Virginia Bolten y Juana Rouco Buela fueron mujeres muy valientes que hace muchos, muchos años, decidieron ser la voz que las mujeres no tenían. Estaba asomando el siglo xx, las condiciones de trabajo en las fábricas eran muy duras y mucho peor para las mujeres. Ante semejantes injusticias, Virginia y Juana nos enseñaron que la libertad se conquista y que la vida se vive con intensidad y con pasión. También nos dejaron el ejemplo con el que abrazaron sus ideales. Ellas, nuestras inquietas protagonistas, hicieron de la aventura una forma de vida. ¿Te gustaría conocerlas?
NUM. PÁGINAS 24
Juana Rouco Buela nació en España en 1889 y llegó a Argentina a los doce años escapando de la Primera Guerra Mundial y la hambruna. Aprendió a leer y escribir en la Federación Obrera Regional Argentina (FORA), agrupación en la que desarrolló su rol de delegada sindical por ser trabajadora de la industria textil. A los 15 años se vió marcada por el asesinato de un líder anarquista que la llevó a entender la importancia de luchar y generar conciencia en las clases obreras y promover la emancipación de la mujer trabajadora.
En 1908 su militancia le valió la expulsión de Argentina a los 18 años, por la Ley de Residencia (N°1902) que autorizaba al Poder Ejecutivo a impedir la entrada y a expulsar extranjeros “cuya conducta comprometiera la seguridad nacional o perturbara el orden público”, inaugurando una seguidilla de actos de persecución que sufrió durante toda su vida. Después de vagar por diferentes países siendo expulsada, Juana volvió a América. Fundó junto con Virginia Bolten y María Collazo el periódico La Nueva Senda; compañeras con las que había compartido la creación del Centro Femenino Anarquista en Argentina.
En su retorno a Buenos Aires en 1918 continuó con su activismo a través del quincenario femenino de ideas, arte, crítica y literatura Nuestra Tribuna, que dirigió entre 1922 y 1925, mientras sostenía el cuidado de sus hijos y del hogar en total soledad a causa del abandono de su marido José Cardella, tipógrafo anarquista devenido en radical, aspecto que Juana no pudo perdonarle.
Otra de sus obras más célebres son Mis Proclamas (1924) y su autobiografía Historia de un Ideal escrito por una Mujer (1964), donde plasma con fina agudeza, enérgico convencimiento y una sublime poesía sus pensamientos, sentimientos y creencias sin medir la peligrosidad de sus actos pero con la firme convicción que invadía su razón.
Virginia Bolten nació el 26 de diciembre de 1876 en la ciudad de San Luis, Argentina. Fue feminista, sindicalista y anarquista; luchó por la emancipación de la mujer, “como la base de una sociedad justa", y los derechos de la clase trabajadora. Durante su vida, rechazó toda forma de sometimiento y pugnaba por reivindicaciones de género en los ámbitos religioso, familiar y laboral.
"Las mujeres están haciendo Historia". Quizás escuchaste esta frase o probablemente, escuchaste hablar del "Ni Una Menos". O acaso te hayas cruzado con muchas chicas que llevaban un pañuelo verde en su cuello o en su mochila. Es que, de un tiempo a esta parte, las mujeres salimos masivamente a las calles para reclamar en contra de la violencia machista y de la desigualdad de género. Cansadas de ver cómo la Historia silencia algunas luchas, nosotras decidimos que ya es tiempo de recuperarlas y de conquistar nuevos derechos. Por supuesto que no es fácil y que lleva tiempo y paciencia, pero también mucha convicción.
Sin embargo, este movimiento de mujeres no es nuevo. Tuvimos algunas maestras que nos enseñaron con su ejemplo de rebeldía y coraje: Virginia Bolten y Juana Rouco Buela fueron mujeres muy valientes que hace muchos, muchos años, decidieron ser la voz que las mujeres no tenían. Estaba asomando el siglo xx, las condiciones de trabajo en las fábricas eran muy duras y mucho peor para las mujeres. Ante semejantes injusticias, Virginia y Juana nos enseñaron que la libertad se conquista y que la vida se vive con intensidad y con pasión. También nos dejaron el ejemplo con el que abrazaron sus ideales. Ellas, nuestras inquietas protagonistas, hicieron de la aventura una forma de vida. ¿Te gustaría conocerlas?
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Juana Rouco Buela nació en España en 1889 y llegó a Argentina a los doce años escapando de la Primera Guerra Mundial y la hambruna. Aprendió a leer y escribir en la Federación Obrera Regional Argentina (FORA), agrupación en la que desarrolló su rol de delegada sindical por ser trabajadora de la industria textil. A los 15 años se vió marcada por el asesinato de un líder anarquista que la llevó a entender la importancia de luchar y generar conciencia en las clases obreras y promover la emancipación de la mujer trabajadora.
En 1908 su militancia le valió la expulsión de Argentina a los 18 años, por la Ley de Residencia (N°1902) que autorizaba al Poder Ejecutivo a impedir la entrada y a expulsar extranjeros “cuya conducta comprometiera la seguridad nacional o perturbara el orden público”, inaugurando una seguidilla de actos de persecución que sufrió durante toda su vida. Después de vagar por diferentes países siendo expulsada, Juana volvió a América. Fundó junto con Virginia Bolten y María Collazo el periódico La Nueva Senda; compañeras con las que había compartido la creación del Centro Femenino Anarquista en Argentina.
En su retorno a Buenos Aires en 1918 continuó con su activismo a través del quincenario femenino de ideas, arte, crítica y literatura Nuestra Tribuna, que dirigió entre 1922 y 1925, mientras sostenía el cuidado de sus hijos y del hogar en total soledad a causa del abandono de su marido José Cardella, tipógrafo anarquista devenido en radical, aspecto que Juana no pudo perdonarle.
Otra de sus obras más célebres son Mis Proclamas (1924) y su autobiografía Historia de un Ideal escrito por una Mujer (1964), donde plasma con fina agudeza, enérgico convencimiento y una sublime poesía sus pensamientos, sentimientos y creencias sin medir la peligrosidad de sus actos pero con la firme convicción que invadía su razón.
Virginia Bolten nació el 26 de diciembre de 1876 en la ciudad de San Luis, Argentina. Fue feminista, sindicalista y anarquista; luchó por la emancipación de la mujer, “como la base de una sociedad justa", y los derechos de la clase trabajadora. Durante su vida, rechazó toda forma de sometimiento y pugnaba por reivindicaciones de género en los ámbitos religioso, familiar y laboral.